martes, 20 de noviembre de 2018

Corazón roto como regalo

La noche del 24 había caído, parecía ser la navidad mas triste de mis cortos años, algunas almas nos habían dejado este año y otras decidieron alejarse esta noche, eramos mamá, la tía, la abuela, mi hermano y yo alrededor de una mesa intentando que la normalidad llegue, no estaban los gritos de los primos más chicos recorriendo la casa y eso es lo que más se extrañaba, parecía que en la mente de todos habitaba lo doloroso que había sido este año para todos, de acá para alla siempre. Por suerte tenia a una de las personas mas importantes a mi lado, con tristeza le comente mis ánimos de esa noche abrazada al vaso de fernet como si me pudiera quitar el dolor, él siempre siendo la luz en mi vida me dijo que luego pasaba a quedarse conmigo, la noche se ilumino un poco para mi, si él iba a venir podía darle los regalos que tanto me costo conseguir y si le gustaban mucho mejor. Mis ánimos subieron, pude seguir la noche mucho mas alegre, tomando con mi hermano cualquier cosa que hubiera en la mesa y dando unas vueltas con mi primo saludando. Cuando él llego el pedo que tenia era importante, recuerdo que lo vi bajar de la moto y tire el celular a la mierda con tal de saltarle encima para abrazarlo, dejandole ver que había sido mi salvación entre tantos eventos desafortunados, me abrazo quejándose del olor que desprendía de mi boca, me reí, ojala hubiera podido enfrentar esa noche de otra manera pero no pude, de la mano lo lleve dentro donde saludo y recibió mis regalos, emocionada me volví a tirar a sus brazos, como siempre hacia, me encontraba en el refugio mas indestructible del universo sin saber que un segundo después cualquier cosa se puede romper. Una llamada de un amigo basto para que con una sonrisa me dejara tan pronto, le pregunte con dolor porque se iba cuando recién había llegado, la respuesta mas fría me congelo el corazón,lo deje irse, me dio el beso mas doloroso de mi vida y me dejo el alma hecha trizas en aquella triste navidad, el amor de mi vida me rompió el corazón un 24, una navidad en la que mama me escucho llorar desalmada tras la puerta, una navidad donde un simple "perdón, no me di cuenta" nunca iba a bastar, y yo hoy digo, perdón, pero nunca va a bastar.

martes, 13 de noviembre de 2018

Esta noche nos vamos a enamorar

Gotas pesadas caen del cielo y pegan en la ventana, detrás hay un cielo azul muy oscuro, es una noche de temperatura cálida en pleno otoño, se me pasa por la cabeza que estamos haciendo mierda el planeta con tanta lluvia y una extensa corrupción que no para, pero me distrae la figura de tu pecho siendo iluminado por las luces de Navidad del año pasado que cuelgan de la pared, son rojas, aquél colorado profundo que traspasa tu piel que tan suave se siente.
“Esta noche nos vamos a enamorar” digo al aire, en tono bajito y susurrando, vos sonreís, pienso que no hay momento en el que quiera estar que no sea este. Pienso, ¿nos vamos a enamorar aún más? y lo confirmo cuando clavas tus ojos en mi, subís tu mano y lentamente acaricias mi pelo,enredando los dedos mientras tu mirada se desvía a mis labios, tu boca se va a mi oído estando ahí me toncas lo que pensaste cuando me conociste, me describís como la más hermosa entre tantas mujeres y de paso, pronuncias todo lo que nos amamos. Las manos no nos alcanzan para abrazarnos, no pensamos en el tiempo que nos queda como regularmente hacemos, disfrutó de vos y vos de mi. Tu risa se implanta en mi cabeza, no paro de pensar en lo hermoso que te ves bajo el color de la pasión, como estalla el rojo en todo tu cuerpo, como van a la sintonía. Mi cama es chiquita pero siempre va a estar para vos, esperándote.
No paramos de mirarnos, y sonreírnos mutuamente como los locos enamorados que somos, nos abrazamos, nos fundimos en uno sólo y seguimos riendo, y seguís diciendo cuánto nos amamos. Esta noche y todas las que tenemos, todas las que restan y todas las que faltan te prometo que nos vamos a enamorar.
En esa oscuridad teñida de un sólo color nos amamos más que nunca.

A la chica con nombre de color

Nos destacaban muchas cosas, entre muchas de ellas la misma filosofía de vida que decía "que había una sola vida como para malgastarla en quedarnos con las ganas", pero creo que la más valiosa de las cosas era la complicidad de nuestras almas que podrían ser una sola y también complementarse muy bien separadas. La confianza de saber que teníamos un lugar seguro donde llorar y beber, un lugar único donde se podía hablar y gritar, algo que no era propio de nosotras es que ninguna tenia el derecho de juzgar, para enseñar hay que aprender y así nos manejábamos.
Siempre supe que no eras perfecta, que el egoísmo y el dolor podían convertirte en otra persona distinta, que el poder del mundo real lograría que lastimaras, lo supe siempre pero incluso a pesar de eso me quedé (o casi). Cuando me fui fue porque me echaste o por decisión de ambas, la verdad ya no importa quien solo que lamentablemente sucedió, pero sin embargo a pesar de tus errores te quise siempre, y aún que muchas veces no te lo mereciste supiste ganar un lugar en mi, dejar una huella en esta luna. Y ahora que te veo desde lejos, te quiero decir que deseo que nunca pierdas tu verdadera esencia, aquella que brilla en los túneles más oscuros y en los días más nublados. Si la perdes podrías abandonarte y jamás encontrarte, una mala decisión puede conllevar muchas cosas, la confianza y lealtad siempre estuvo y estará, ojalá todavía recuerdes los momentos donde con una simple mirada nos reíamos de todo y en ese momento a pesar de la tormenta de afuera podíamos reír.
Las mejores amigas también rompen corazones, perdón por haber sido una, gracias por todo lo que brindaste y quedó que fue mucho, que siempre sera ese tanto diferente que me acompañara en eternidades, en futuros brillantes donde yo pueda contarle a mis hijos que encontré refugio en donde ser yo misma en alguien totalmente diferente a mi, que jamas me señalo y siempre me abrazo.
Antes de irme tenía despedirme y que mejor que con una carta, aun que me haya ido mucho antes sin dejar aviso en la puerta, sin abrazarte por ultima vez y con el alma goteando.

Alguien más y no "ella".

 Soy fanática del "amor eterno".  Creo firmemente que a mí escribió Jane Austen, otra opción es que en mi otra vida nací en la épo...